El mediático entorno que envuelve al deporte más popular del mundo genera numerosas inversiones por parte de los futbolistas de las mejores ligas europeas; lugares en los que el flujo de dinero se sustenta en una industria denominada fútbol. La sociedad del consumo se concentra en las masas para capitalizar por medio de los fanáticos del ‘Deporte Rey’ y sus involucrados. Durante las últimas décadas; las marcas de prestigio potenciaron la venta de sus productos a través de acuerdos comerciales con los deportistas más famosos del momento.
Sin embargo y en la actualidad; los futbolistas deciden emprender por su propia cuenta en lugar de limitar su nombre a una marca en específico. Los acuerdos comerciales de la industria con los clubes dependen de los intereses individuales de sus jugadores. La llegada de Leonel Messi a Estados Unidos significa una ‘jugada maestra’ en la gestión de imagen de un deportista. El astro del fútbol mundial marcó un precedente al rechazar la friolera cantidad aproximada de USD 400 millones al año; para terminar aceptando un contrato con el Inter de Miami en la Major League Soccer (MLS) a cambio de USD 60 millones por temporada. Las inversiones del goleador ‘albiceleste’; entre derechos de imagen y bienes raíces, significarían un ingreso mayor a lo propuesto desde el Golfo Pérsico. El Campeón del Mundo con Argentina en Qatar 2022 entiende que su imagen personal es la inversión más rentable.
Hoy por hoy existen un sinnúmero de emprendimientos sustentados por deportistas a la vanguardia de la tecnología. Tal es el caso del mediocentro del Real Madrid Tony Kroos; quien dirige una aplicación digital usada como canal para la capacitación de los entrenadores de categorías infanto juveniles. La ‘Tony Kroos Academy’ generará importantes ingresos por patrocinio y tendrá sedes en las ciudades alemanas de Colonia, Rostock y Múnich. De todas maneras; la rentabilidad no es garantía y el ejemplo de Andrés Iniesta lo manifiesta. El español de 39 años se desvinculó recientemente del Vissel Kobe de Japón después de 5 temporadas; pero desde 2010 y durante su estadía en el FC Barcelona decidió, junto a su entorno familiar, invertir en el negocio vinícola. El futbolista manchego patentó la bodega de vinos ‘Andrés Iniesta’ y registró déficit financiero desde su creación según varios reportes mercantiles. Sin embargo, ‘El Cerebro’ supo solventar las pérdidas con inversiones en otras actividades económicas: sector inmobiliario, acciones en cotizadas empresas y los ineludibles derechos de imagen; que resultan la inversión más rentable para los futbolistas de élite.
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