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Arabia revoluciona el fútbol

Existen diferentes motivos detrás de la inversión masiva de Arabia Saudí en el fútbol. Por un lado, está relacionada con la visión 2030 del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, cuyo objetivo principal es diversificar la economía del país

Arabia Saudí está llevando a cabo una ambiciosa inversión en el fútbol con el objetivo de convertir su liga en una de las diez más poderosas del mundo

El Fondo Soberano de Arabia Saudí, conocido como PIF, ha adquirido el 75% de los cuatro clubes más destacados de la liga, tomando así el control. La junta directiva de cada uno de estos clubes estará compuesta por siete miembros, de los cuales cinco serán elegidos por el PIF, mientras que los otros dos puestos serán designados por una ONG que controla el 25% de los clubes.

Existen diferentes motivos detrás de la inversión masiva de Arabia Saudí en el fútbol. Por un lado, está relacionada con la visión 2030 del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, cuyo objetivo principal es diversificar la economía del país. El fútbol se ha convertido en una herramienta clave para lograr este propósito, generando ingresos y atrayendo la atención internacional.

Arabia Saudí, además de su incursión en el fútbol, está preparando su desembarco en el mundo del tenis. El Fondo de Inversión de Arabia Saudí (PIF) ha entablado conversaciones con la ATP con el objetivo de realizar inversiones en este deporte, siguiendo la línea de lo que ha hecho en otras disciplinas deportivas.

El PIF, conocido por sus siglas en inglés, ya ha incursionado en el fútbol al adquirir el Newcastle United el año pasado por una cifra cercana a los 330 millones de euros. También ha incursionado en el golf, con la creación del circuito LIV que ha atraído a algunos de los mejores golfistas del mundo con premios multimillonarios.

El presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, ha confirmado en una entrevista con el Financial Times que ha mantenido “conversaciones positivas” con el PIF para explorar oportunidades de desarrollo de infraestructuras, eventos y nuevas tecnologías relacionadas con el tenis.

Gaudenzi ha destacado la importancia de que los nuevos inversores respeten la historia y los valores del deporte. Subraya que el tenis no es un videojuego ni una película, y es fundamental preservar la integridad y las reglas de este deporte.

Esta no es la primera vez que el tenis se vincula con Arabia Saudí. Se ha especulado con la posibilidad de que las próximas Next Gen Finals, que reúnen a los mejores jugadores sub-21 del mundo, se celebren en Yeda, después de varios años en Milán.

En el pasado, algunos tenistas como Nick Kyrgios rechazaron disputar la Copa Davis para participar en una exhibición en Arabia Saudí, a cambio de una importante suma de dinero. Por otro lado, Andy Murray, tres veces ganador de Grand Slam y ex número uno del mundo, rechazó la posibilidad de jugar en el país saudí, afirmando rotundamente: “No, no jugaré en Arabia Saudí”.

En este sentido, la inversión saudí en el deporte no ha estado exenta de críticas. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación, argumentando que el régimen saudí utiliza el deporte como una estrategia de lavado de imagen y distracción ante las violaciones de derechos humanos en el país y su implicación en la guerra de Yemen. Aunque la diversificación económica es una meta legítima, la inversión en el fútbol se percibe como parte de una estrategia de “soft power” y “sports washing”, buscando mejorar la imagen del país en el extranjero.

El impacto de esta inversión en el fútbol aún está por verse. Arabia Saudí espera atraer grandes fichajes extranjeros, elevar el nivel de competencia en su liga y mejorar su posición en el escenario futbolístico mundial. Esto podría resultar en un aumento del interés internacional por el fútbol saudí y un impulso para el desarrollo de jóvenes talentos locales.

Al mismo tiempo, la inversión de Arabia Saudí genera interrogantes sobre la sostenibilidad y la influencia del dinero en el deporte. El fútbol siempre ha sido un escenario donde los equipos compiten en igualdad de condiciones, pero la entrada masiva de capital externo puede desequilibrar la competencia y generar descontento entre otros clubes y ligas.

Arabia Saudí ha dado un paso audaz al invertir en su liga de fútbol, buscando proyectar una imagen moderna y atractiva al mundo. Sin embargo, también se enfrenta a críticas y desafíos éticos. El resultado final dependerá de cómo se gestione esta inversión y de si se logra equilibrar el crecimiento deportivo con la responsabilidad social y los valores éticos que el fútbol representa.

El tiempo dirá si la visión de Arabia Saudí de convertirse en una potencia futbolística se materializa y si logra trascender las críticas y preocupaciones planteadas por las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Es fundamental que Arabia Saudí demuestre un compromiso real con los valores deportivos, la transparencia y el respeto a los derechos humanos.

Además, esta inversión podría tener un impacto significativo en el panorama futbolístico global. La llegada de grandes fichajes extranjeros a la liga saudí podría generar un aumento en la calidad del juego y atraer la atención de los aficionados de todo el mundo. Esto, a su vez, podría llevar a un mayor desarrollo del fútbol en el país y fomentar la participación de la juventud saudí en este deporte.

Sin embargo, es necesario abordar las preocupaciones éticas y asegurar que la inversión en el fútbol no se utilice como una cortina de humo para encubrir otros problemas. Es crucial que

se promueva la transparencia en la gestión de los clubes, se respeten los derechos de los jugadores y se establezcan regulaciones sólidas para evitar prácticas injustas o antideportivas.

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Written by Pablo De Aguinaco

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